Tengo un problema que no puedo contarle a nadie. Es decir, no puedo conseguir trabajo porque pienso en la señora Miya, la presidenta. Durante un día extra, estaba solo con Miya en la empresa. En el bar, cuando iba a beber, me atraía aún más su apariencia humilde y la distancia parecía acortarse. Dos personas se sumergen en el placer aunque saben que es inútil. A partir de ese día, buscaremos los cuerpos de cada uno …
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